El matrimonio mixto o el propio celebrado entre dos personas bautizadas, una que haya sido bautizada en la Iglesia católica y la otra adscrita a una iglesia o comunidad eclesial que no se halle en comunión plena con la Iglesia católica (ortodoxos, protestantes, anglicanos, mormones, coptos…), está prohibido por el Derecho Canónico, salvo que haya sido concedida la licencia para ello y se contraiga en forma canónica.
Por regla general, los matrimonios mixtos se deben celebrar según la forma canónica establecida por la Iglesia católica para la validez de los matrimonios:
- Unión contraída ante el Ordinario del lugar, el párroco o un sacerdote o diácono.
- Presencia de dos testigos.
Sin embargo, se admiten algunas excepciones:
- MATRIMONIO ENTRE PARTE CATÓLICA Y PARTE BAUTIZADA NO CATÓLICA DE RITO ORIENTAL, en cuyo caso el matrimonio es igualmente válido si se ha celebrado según un rito impartido por un ministro sagrado, observadas las demás prescripciones del derecho.
- MATRIMONIO ENTRE PARTE CATÓLICA Y PARTE BAUTIZADA NO CATÓLICA PERTENECIENTE A OTRAS IGLESIAS Y COMUNIDADES ECLESIALES, el Ordinario del lugar de la parte católica, para la validez por graves razones en cuyo supuesto, puede dispensar la forma canónica, pero debe celebrarse en alguna forma pública.
No obstante, antes o después de la ceremonia canónica no puede celebrarse otra ceremonia religiosa del mismo matrimonio, al igual que tampoco puede estar presente en la misma celebración un ministro católico y otro no católico realizando cada uno su propio rito.
En definitiva, el matrimonio mixto puede celebrarse en forma canónica o según la forma de otras iglesias, pero para la validez de la unión entre parte católica y parte bautizada no católica perteneciente a otras iglesias y comunidades eclesiales es necesaria celebrarse según lo ordenado por la Iglesia católica o la dispensa de la forma canónica.
