La Doctrina Parot fue creada por el Tribunal Supremo y se encuentra íntimamente relacionada con el beneficio penitenciario de la redención de penas por el trabajo.
El alto tribunal estableció que ante la reducción de condena por redención de penas por el trabajo, las reducciones deben aplicarse sobre cada pena en orden de gravedad, hasta que el tiempo de las penas cumplidas con sus respectivos e individualizados beneficios penitenciarios alcance el total de pena a cumplir o, en su caso, los treinta años que cumplen la pena con arreglo al anterior Código Penal de 1973 y que disfrutan del beneficio penitenciario de redención de penas por el trabajo, inexistente en el Código Penal actual de 1995.
No obstante, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España, en la Sentencia de 21 de octubre de 2013, al considerar que la Doctrina Parot vulnera los artículos 5 y 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos al deberse aplicar el beneficio penitenciario de redención de penas por trabajo, y la consecuente reducción de la condena, en base al cómputo total de la pena o penas a cumplir o sobre el máximo de cumplimiento de 30 años.
